Situado en la falda de un cerro y rodeado de almendros, olivos y naranjos, se encuentra el
municipio de Guaro.
Es una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Sierra de las Nieves, declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Esta ventajosa situación geográfica da una idea de la belleza del enclave, a un paso de la Costa del Sol pero a la vez preservado del bullicio del litoral, de modo que se ha llegado a un equilibrio entre las necesidades de la vida contemporánea y la tradición de una villa eminentemente agrícola y, por ende, de vida sosegada.
Su pasado musulmán se ve reflejado tanto en sus calles, estrechas y serpenteantes, como en su nombre: Río Pedregoso. Este pasado árabe se ve recreado dos fines de semana en septiembre con la celebración del Festival de la Luna Mora.
Guaro es un pequeño y bello pueblo de la provincia de Málaga, situado a 40 kilómetros de la capital, 20 Km de Marbella y 60 Km de Ronda.
Cuenta con una población aproximada de 2.230 habitantes que se dedican principalmente a la agricultura y al sector servicios en la cercana Costa del Sol.
El núcleo urbano destaca por calles típicamente andaluzas, casas blancas de una o dos plantas, adornadas con flores. Su principal monumento es la parroquia de San Miguel, fundada en el siglo XVI y reformada a principios del siglo XVII. Después de los daños causados en la Guerra Civil fue reconstruida por Enrique ATencia. En su interior existe una imagen de San Sebastian, patrón de Guaro. La torre es cuadrada de dos cuerpos, y la planta de cruz latina sin naves laterales.
Es también destacable la Ermita del Santuario del Puerto, encrucijada de caminos, destacando su perspectiva panorámica desde allí.
Uno de los paisajes mejor conservados y que albergan una mayor cantidad de vida es la cuenca del Río Grande, donde especies tan amenazadas como la nutria, zorros, ginetas, murciélagos de distintas especies, jabalíes, en lo que se refiere a especies animales conviven con especies vegetales de notable importancia como son el álamo blanco, saucedas, tarajales, etc… entre los cuales, el hombre se ha integrado perfectamente produciendo una mínima alteración.
Es allí donde se encuentra la ermita de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, y donde se acude en romería cada año el fin de semana próximo a su festividad, el 15 de mayo.
