Entorno


Cualquier época del año es buena para acercarse a conocer la Sierra de las Nieves, tan cercana y tan desconocida. Nunca deja de sorprendernos y de invitarnos a volver.
Adentrarnos en ella es como viajar a lugares remotos, pero solo a un paso del mar. 

 Durante la primavera la sierra se inunda de coloridas y variadas flores.


 No hay sonido más apacible para los meses más calurosos que el del agua que baja de la montaña recorriendo sus ríos, arroyos, fuentes y cascadas.

                                           

Ya con el otoño se acerca el frío y preludio de ello son los suelos cubiertos de hojas y la elaboración del vino, acompañado del olor a castañas y braseros.

                                                   

Y es en el invierno cuando nuestras cimas se cubren con un blanco manto de nieve que durará hasta que llegue de nuevo la primavera.




Málaga tiene en la Sierra de las Nieves su pico más elevado, el Torrecilla, de 1.919 m.; y el planeta, una de sus simas más profundas, la GESM, con 1.098 metros explorados.

La Sierra de las Nieves es un museo natural  abierto que se alza abrupto y surcado por profundos barrancos . Un espacio repleto de historia y cultura. La diversidad biológica de este Parque Natural y Reserva de la Biosfera es original y variada, resultado de su privilegiada situación entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

En otros tiempos, en las cumbres blancas de invierno, los neveros guardaban en pozos la nieve para distribuirla durante el veran a los pueblos de la provincia. Y de ese antiguo oficio proviene el nombre de la Sierra.


Pero la verdadera estrella botánica de la Sierra de las Nieves es el PINSAPO, el abeto andaluz, herencia del pasado glacial que ha perdurado gracias a las especiales condiciones de la zona. Y que solo podemos admirar en varias zonas de la provincia de Málaga y Cádiz .



Se mezcla con quejigos de alta montaña, pinos, encinas y alcornoques, lo que origina un espectacular bosque de elevado valor ecológico y paisajístico.


A su alrededor encontramos gatos monteses, zorros, cabras montesas, meloncillos... y sobre sus picos planean águilas, buitres, cernícalos y un sin fin de aves cantoras.